Las “complicaciones” y el “estrés” detrás del primer día de trabajo son comunes en casi todos los países del mundo. De hecho, se cree, que estas dificultades están más asociadas a malas técnicas del personal de la organización a la hora de cumplir con la incorporación de empleados, que al desempeño de los nuevos profesionales.
Durante años, ha existido una sombra detrás del primer día de trabajo que, justificada o no, ha ido ganando espacio en el área productiva, desde la mediana empresa hasta las más renombradas compañías.
Sin embargo, este temor al primer día de trabajo podría ser “normal”. Y es que, durante años, este tema ha sido objeto de estudios por científicos de varias universidades del Reino Unido, quienes se han ocupado de demostrar que hay detrás del proceso de incorporación de empleados.
Por supuesto, hay dos aristas interesantes que analizar. En primer término, estudiar el rol de las compañías y sus equipos de trabajo en la incorporación de nuevos trabajadores y, en segundo término, las emociones ligadas al trabajador mismo durante su primera jornada.
Según estos estudios, ambos aspectos juegan un papel importante en el impacto del primer día de trabajo. Así, suele ser más placentero y satisfactorio el primer día de trabajo de aquellos profesionales que ingresan a compañías que tienen un plan definido para la incorporación de empleados, que de los que entran sin actividades predeterminadas.
En tanto, las empresas también registran mejores experiencias durante el temido primer día, cuando el profesional llega con una actitud “positiva y abierta al aprendizaje”
En cualquier caso, la incorporación de empleados, lejos de ser un tema del que haya que preocuparse, debería ser una experiencia positiva para ambas partes. Esto, considerando que se ha atravesado previamente por un exhaustivo proceso de selección, del que se supone, se ha obtenido el mejor resultado.
Incorporación de empleados ¿A qué se debe el miedo al primer día?
La mayoría de los voceros de las grandes compañías y expertos en el área de recursos humanos coinciden en que suele ser un tema de errores en la comunicación y en la estrategia.
Durante el proceso de incorporación, lo esperado es que este primer día el nuevo trabajador sea atendido cortésmente y tenga claridad sobre sus tareas. Además, esté alineado con las metas de la organización a mediano y corto plazo de cara a su cargo.
En consecuencia, lo más recomendado es que las organizaciones tengan establecido un plan de bienvenida para nuevos profesionales y pasantes o becarios.
Este plan debería incluir un recorrido por las instalaciones, presentación al equipo de trabajo y una lista de las primeras tareas, que haga posible que el empleado pase su día ocupado.

¿Qué hacemos en Connecting Teach People?
Por ejemplo, en Connecting Teach People hacemos un abordaje integral del proceso de inserción de empleados a las compañías de nuestros clientes.
Nuestro personal ejecuta un plan de acompañamiento al onboarding que contempla no solo seguimiento durante el primer día de trabajo, sino también llamadas durante las primeras semanas.
De forma integral, atendemos las expectativas del empleador durante el proceso de acople, al tiempo que apoyamos a los profesionales en sus primeros pasos dentro de la compañía. Nos aseguramos de que se cumplan los objetivos, con la satisfacción de ambas partes.
A continuación te explicamos lo que no se debe hacer el primer día de trabajo y cómo afectarán estos errores la productividad en general.
Ir a la incorporación de empleados y quedar con dudas o preguntas sin contestar
La comunicación es fundamental en las relaciones laborales y en la incorporación de nuevos empleados. Solo una comunicación clara, concreta y honesta permitirá que el empleador y el empleado queden claros y satisfechos con su nueva relación profesional.
En consecuencia, el empleador debe garantizar que su empleado conozca con claridad sus horarios, sus alcances de trabajo, sus tareas específicas y sus canales directos de conexión con el equipo.
Este primer día de trabajo debe servir de base para que ambas partes queden claras sobre el trabajo que debe lograrse en función del cumplimiento de objetivos. Es un día para ajustarse y aclarar dudas e inquietudes a través de la buena comunicación.
Empezar demasiado rápido
Aunque muchos empleados deberían buscarse con anterioridad y obedeciendo a una estratégica planificación empresarial, la verdad es que la mayoría de las compañías se saltan ese paso e ingresan personal cuando están “sobre la emergencia”
Por lo general, en lo concerniente a la tecnología, es común que las organizaciones abran las vacantes cuando la carencia de algún profesional llegue incluso a paralizar proyectos importantes.
Por esta razón, es habitual que algunos profesionales lleguen a su primer día de trabajo “bajo mucha presión”. Además de que la empresa comience a exigir rapidez, quizá para solventar algún problema de vieja data.
No obstante, esto está muy lejos de lo recomendado. Lo ideal es que el nuevo trabajador se vaya incorporando a sus tareas de manera escalonada, dándole tiempo para conocer su función y su espacio. De debe ir aumentado la responsabilidad de manera progresiva y no de forma agresiva.
Y, además, en el área de tecnología, es aún más habitual la incorporación de trabajadores remostos a los que se les suele exigir rapidez, sin considerar si el profesional ha tenido tiempo para familiarizarse con las herramientas de trabajo.
Empezar con tareas muy básicas
Muchos profesionales pueden llegar a sentirse frustrados si fueron contratados para un área y se encuentran con tareas muy básicas o fuera de su competencia. Puede trasmitirse un mensaje errado en el que pueda leerse entre líneas que no hay confianza en las capacidades del talento.
En cambio, los voceros de las organizaciones deben ser entusiastas a la hora de incorporar a nuevos profesionales. Se debe dejarles en claro la importancia de su tarea y el rol fundamental que su desempeño tendrá en las metas y objetivos de la compañía.
No ofrecer facilidades de preparación
En ocasiones el nuevo profesional, al enfrentarse a su primer día de trabajo, se da cuenta que hay debilidades en su desempeño laboral. Estos pueden convertirse en oportunidades de mejora a través de la instrucción.
La organización siempre debe considerar cursos de preparación y capacitación para nuevos talentos. Esto, a objeto de impartir e intercambiar conocimientos que sean de utilidad para la mayor productividad del nuevo trabajador.
A la hora de la incorporación de empleados, ¿Te has encontrado con alguno de estos errores en tu compañía? Desde Connecting Teach People seguro podremos ayudarte